Esa posición inmediata a un error del enemigo, y que permite distanciarse de él en alguno de los elementos que conforman la posición (material, movilidad o dominio). Es lo que se conoce como una posición crítica.
Debes saber que, este es un concepto utilizado y reconocido modernamente en la teoría del ajedrez. Sin embargo, son pocas las ocasiones en las cuales se la da la importancia que se merece.
Es muy importante que tengas siempre presente que, sin posiciones críticas resulta imposible distanciarse del enemigo y, por ende, romper el equilibrio. Dicho esto, diremos algo: solo cuando la crisis es total, es posible ganar sin oposición alguna.
Comprendiendo una posición crítica
Es bien sabido que, después de la primera jugada, entramos en la fase de apertura y poco a poco conforme avanza el juego cada uno de los jugadores se centra en redistribuir sus piezas y en establecer una estructura de peones favorables. Creemos que hasta ahí todo ha sido normal para ti.
Sin embargo, como los dos jugadores se han asegurado de controlar y dominar diferentes casillas, es probable que cada uno encuentre cada vez menos opciones o “lugares seguros” a los cuales enviar sus piezas en las jugadas siguientes.
Entonces, en esta etapa existe un punto de inflexión donde la próxima jugada de cualquiera de los dos jugadores dará lugar a alguna ventaja sobre el otro, el control de una casilla débil, la aparición de debilidades en la estructura de peones, etc.
Con esa ventaja, el jugador que hace la elección equivocada o movimiento en falso finalmente terminará con una desventaja. Desventaja que puede hacer que la partida acabe perdiéndose.
Es este punto de inflexión el que se define como posición crítica.
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