Efim Geller forma parte de un grupo de jugadores que, podríamos decir, han sido los más fuertes de la historia, y, sin embargo, nunca fueron campeones del mundo. Geller ocupó el puesto número 38 en la lista de los mejores jugadores de todos los tiempos y en 1963, ocupó el segundo puesto del ranking mundial, pero como si fuera poco, fue uno de los pocos jugadores que venció a Bobby Fischer en varias ocasiones.
Nació y vivió durante toda su vida en Odesa, y su padre era un gran jugador de ajedrez quien fue alumno del primer gran maestro soviético Boris Verlinsky. Y aunque inicialmente Geller era apasionado por el fútbol y el baloncesto, finalmente para la alegría de su padre que siempre deseó que este siguiere sus pasos, durante la Gran Guerra Patria, Efim sirvió como mecánico en un aeródromo, y en uno de sus breves descansos comenzó a leer literatura de ajedrez. Este fue el comienzo de una leyenda del deporte ciencia.
Posteriormente, entró en la élite del ajedrez soviético y casi de forma inmediata compartió el cuarto lugar en el campeonato ucraniano que, finalmente, ganó en los cuartos de final del campeonato de la URSS.
A partir de sus 40 años, Geller bajó considerablemente su actividad práctica, dedicando la mayor parte de su tiempo al entrenamiento. El famoso ajedrecista, fue uno de los que llevó a la selección nacional de la URSS a la victoria en el “partido del Siglo” en 1970.
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