Si no eres capaz de iniciar bien una partida, ejecutando un planteamiento que te permita alcanzar una buena posición en medio del juego, entonces difícilmente podrás mantener grandes aspiraciones. A continuación, te damos algunos consejos para jugar mejor la apertura.
Jugar mejor la apertura: sigue los principios fundamentales
No los olvides, ocupación del centro por lo peones, desarrollo de piezas y rápido enroque. Y es que sobre todo en las primeras fases del aprendizaje, se debe ser estricto en este sentido (es uno de los principales errores).
No elijas aperturas dudosas
Es muy común incluir ciertas aperturas en nuestro repertorio. En ocasiones nos dejamos llevar por el planteamiento que realiza algún jugador de élite u otras seguimos el consejo de otro ajedrecista. Lo realmente importante es estar seguros de la fiabilidad de nuestra decisión.
Las aperturas marginales, gambitos arriesgados y otros intentos artificiales para comenzar una partida, por lo general, son perjudiciales a largo plazo porque no se llegan con ellas a estructuras sanas.
Mantén un pensamiento flexible
Es decir, ocurre con bastante frecuencia familiarizarse con ciertas aperturas, por lo cual aprendemos algunas maniobras o incluso ciertas disposiciones de piezas habituales en ellas. Pero un grave error es pensar que funcionarán siempre, es necesario que no intentes jugar con la idea de realizar algunos movimientos o aplicar ciertas ideas, haga lo que haga tu contrincante.
Así que lo ideal es que atiendas el juego de tu rival, evalúes las características de la posición y que no se por hecho que algunas jugadas son buenas en ciertas aperturas.
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